Vistas de página en total

miércoles, 27 de diciembre de 2017

ORACIÓN DE FIN DE AÑO Y PRINCIPIO DEL 2018


Señor y Dios mío, Dueño del tiempo, de la eternidad y del Espacio, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado, el presente y el futuro. Ha terminado el año, quiero darte gracias por todo aquello que recibí de Ti.
Gracias por la vida y el amor, por las flores, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser, porque solo Tú sabes lo que conviene a nuestro ser.
Te ofrezco cuanto hice en el año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de esos meses amé, las amistades nuevas, los más cercanos a mí y los que estuvieron más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría, los fracasos y los éxitos.
Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón…, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por las palabras inútiles y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. Perdón por el mal que ocasioné y el bien que dejé de hacer a mis prójimos, a mis familiares, a mí mismo y a Ti.
También te pido perdón por la oración que poco a poco fui aplazando, y que hasta ahora, vengo a presentarte.
Perdón por todos mis olvidos, descuidos y silencios, perdón por mis pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Perdono, de todo corazón, a todo aquel que me haya lastimado o causado algún daño durante toda mi vida, y te pido que los perdones y les des Tu Amor y Sabiduría para saber bien vivir cumpliendo nuestra misión aquí en la Tierra.
Ha iniciado un nuevo año, el 2018 y detengo mi vida ante el nuevo calendario, aún sin estrenar y te presento todos esos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos, para que los viva con plenitud y haciendo Tu Voluntad.
Te pido perdón por mis negligencias y mis olvidos. Por mi falta de oración y de Fe, de visitarte y adorarte Presente como estás en el Altar, Y de amar a Tu Santísima Madre, la siempre Virgen María de Guadalupe, defenderla y honrarla contra sus detractores, quienes arrojan corriente de agua pútrida para difamarla y blasfemarla, pues Ella es la Reina, Madre y Maestra de la Humanidad y de la Iglesia verdadera, hoy en cisma.
Hoy te pido para mí, para los míos, y para los hombres y mujeres de buena voluntad, el amor, la paz,  la alegría, la fuerza, la prudencia, la caridad, la Fe, la constancia y la sabiduría de las Enseñanzas de Dios Padre (1) que nos ha dado en estos tiempos apocalípticos.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y de paz, yo te pido me concedas un corazón semejante al Tuyo, para perdonar y amar, pues mucho ama, a quien más se le perdona.
Sello mi corazón, para que solo reciba amor. Sello mi corazón, para que otorgue el perdón. Sello mi corazón, para dar gracias a mi Señor Jesucristo, Tu Hijo y nuestro Redentor y Salvador.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces, hirientes y calumniadoras.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso, pero que mi espíritu esté lleno de Tu Divino Espíritu, expulsa y aleja de mí, todo mal espíritu, cualquiera que sea su jerarquía, y concédame Tu Madre, Reina de los Ángeles, aumento de escolta angélica, para que me una a Sus Miríadas de “El Ejército Mariano”.
Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos convivan conmigo o se acerquen a mí, encuentren en mi vida un poquito de Ti.
Danos un año feliz y enséñanos a compartir amor y felicidad.
Si me llamas a pelear por tu Reino, dame fortaleza y decisión, y Tus Divinas Enseñanzas (1). Que no me acobarde en la lucha ni me invada el espíritu de tibieza, dame Señor la “Armadura, de Tus Guerreros de Fuego”, para unirme al Calcañal que aplastará la serpiente y al dragón de fuego, a todo ente maligno y a los enemigos de tu iglesia, a predicar Tu Palabra y a nutrirme con Tu Sagrado Cuerpo, el Pan y el Vino Convertidos, en Tu Cuerpo y Sangre Divinos, y hágase siempre en mi vida según Tu Divina Voluntad. Amén, amén, amén.

(1) "Enseñanzas de Dios Padre" dadas directamente por Él a todos Sus hijos del Mundo entero para salvarse y protegerse en éstos Últimos Tiempos, en:
E-mail: tus.oraciones.poderosas@gmail.com“Armando Graneros”.







Entradas populares